Uno de los aspectos más destacables de CAMPOBELLO es su carácter inclusivo.

El vivero está diseñado para que las plantas se cultiven a una altura ajustable, lo que facilita el trabajo de personas con movilidad reducida, integrándose en el proceso productivo. Este enfoque no solo tiene un impacto positivo en la sostenibilidad medioambiental, sino también en el ámbito social, al generar oportunidades laborales para un sector de la población a menudo excluido.

Durante la inauguración oficial del proyecto, celebrada el pasado 30 de agosto, María Inés Figari, presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte, resaltó la importancia de iniciativas como CAMPOBELLO en un contexto de crisis hídrica: “Estamos enfrentando una crisis humanitaria debido a la falta de agua, un recurso vital para la producción de alimentos. Este proyecto demuestra que es posible encontrar soluciones viables y accesibles. Es un camino claro para la pequeña agricultura, además de generar empleo para las familias locales “, señaló Figari.